30/11/11

Adiós, Maestro

El maestro Guillermo O'Donnell
en 2009,
homenajeado por la
comunidad
de politólogos argentina
en el 9
Congreso Nacional de
la Sociedad Argentina de Analistas
Políticos (SAAP),
en la Universidad
Nacional del
Litoral (Santa Fe).







Ayer falleció Guillermo O'Donnell. Un verdadero padre intelectual para todos los que entendemos a la política como disciplina de estudio con sus propias particularidades.
Quién lo duda: Oszlak y O'Donnell son los dos más grandes politólogos argentinos. Oscar aún está con nosotros y nos guía. Guillermo nos dejó sus escritos.
O'Donnell nunca dejó de criticar, aún en su inmensa humildad, el institucionalismo bobo y lavadito que domina la ciencia política argentina. Estudió y describió con conceptos tan creativos como rigurosos sobre la Latinoamérica de los 60 y 70 ("Estado burocrático autoritario"), la de los 80 ("transiciones a la democracia"), la de los 90 ("democracias delegativas"), y fue hasta su último día hipercrítico del manoseo de las instituciones del populismo gobernante.
Quizá la mejor forma de homenajear a nuestro gran cientista social sea leerlo. Propongo, por ejemplo, empezar por un breve y añejo artículo, de su época del CEDES, hacia fines de los 70, titulado: "Apuntes para una teoría del Estado".
Su derrotero intelectual siguió luego hacia el lado de lo que en ciencia política se conoce como "institucionalismo", pero siempre con su mirada particular, latinoamericana, argentina, y por demás crítica de los actores políticos que analizaba.
Este artículo les vendría sobre todo muy bien a aquellos que creen que están haciendo la "revolución", y que se comen el "yo no soy neutra" de nuestra señora presidenta CFK. Aquí les dejo el link.
Tuve la oportunidad y el placer de leerlo desde el primer día de la carrera (Ciencia Política, en la UBA) hasta el último. Tuve, también, la oportunidad y el placer de conocerlo en Santa Fe, en el 9 Congreso de la SAAP, y respiré su humildad, su sapiencia y el fervor (en el fondo, su esperanza) con que agradecía los elogios del corro de estudiantes y colegas que se formaba siempre a su lado.
Por esas piruetas del destino, que a veces sin querer habla con gestos, ayer a la tarde-noche en la sede de Constitución de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA hubo un corte total de luz, según me informaron. No podría haber una mejor metáfora del grande que se nos fue.
Sí: O'Donnell se fue, pero nos ha dejado mucho por aprender todavía: a los argentinos de a pie, a los politólogos y a los políticos. Leerlo y releerlo es no sólo una obligación, sino una necesidad.
Gracias por todo, Maestro. Por tanta rigurosidad académica, por tanta valentía intelectual, por tanta humildad y vocación docente.
HASTA SIEMPRE. O HASTA LA PRÓXIMA (RE)LECTURA.

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