18/11/10

Camcording: una rara forma de piratear películas (*)

SOMBRAS NADA MÁS INVADEN LA PANTALLA

Hay una manera de vivir la misma experiencia del cine pero en casa: gente que comenta sobre la película, el que se levanta para ir al baño o el vecino cabezón del frente que lo tapa todo. Ello gracias a una nueva forma de piratería. Esta nota cuenta cómo se logran las primeras copias de los estrenos cinematográficos que circulan en el mercado ilegal de DVDs.

Los amantes del cine que el último 3 de mayo vieron el estreno mundial de Spider Man III en el complejo Hoyts de Temperley fueron testigos de un curioso hecho. Curioso, al menos, para los desprevenidos. Al apagarse las luces, dos jóvenes desplegaron un trípode sobre el que asentaron una video cámara y comenzaron a “filmar” la película. Los “camcorders” -es decir, quienes piratean un estreno desde la proyección en una sala de cine- no son muy frecuentes en la Argentina pero, como las brujas, que los hay, los hay. Y cada tanto aparecen. Sobre todo en los megaestrenos mundiales. Una riesgosa forma de piratería que difícilmente podría realizarse sin algún tipo de aval previo. Los Simpsons, Harry Potter, Los 4 fantásticos, o Duro de matar 4 son otras conocidas víctimas del “camcording”. Y la lista sigue. Incluso para películas argentinas, como Incorregibles, de julio de este año.
El operador del Hoyts de Temperley vio a los dos jóvenes y avisó al dueño. Poco después, tras constatar que habían filmado 30 minutos del estreno, la policía de la comisaría tercera de Lomas de Zamora los detuvo por infringir la Ley de Propiedad Intelectual (11.723), un delito que prevé hasta seis años de prisión.
Pero ¿por qué pagar para ver en un DVD un film mal grabado, en el que se ven las cabezas del público presente en la sala, se escucha mal o se percibe el temblor de la cámara en mano? La razón principal -combinada con una dosis de ansiedad- es económica: no siempre se tienen los cerca de 100 pesos necesarios para pagar una salida familiar al cine con refrigerio incluido. Es entonces cuando la opción de ver una película de tan mala calidad en un DVD se vuelve considerable.

Negocio salado
En el gremio de las películas piratas todo sale de La Salada, todo se distribuye desde ahí”, informa Tony Panero, que es propietario de un DVD club en Ciudad Evita y conoce el paño.
Rodrigo, dueño de los tres puestos callejeros de venta de DVD que hay en la estación de trenes de Temperley, compra las películas en La Salada, el emporio de lo trucho, en Lomas de Zamora. “Yo trabajo con copias de buena calidad. Pero con los grandes estrenos vendo lo que consigo, porque la gente los quiere ver cuanto antes”, explica.

En ese lugar, se estrenan cuatro o cinco películas por semana. Y pueden llegar a pagar 2000 pesos por el “master” -la primera copia pirata- de un estreno filmado en el cine. Para duplicarlo, mandan a imprimir las láminas de los DVD con antelación. “Lo están esperando. Y no les importa comprarlo a 2000 pesos, si ya tienen vendidas veinte mil copias”, revela Jorge, encargado de un local de distribución de música y películas truchas, que está a una cuadra de la estación de Temperley.

Para que un film pirata salga al mercado bien grabado hay que esperar entre 15 y 20 días. “Entonces la copia filmada en el cine muere, pero en esos 20 días hizo la diferencia”, detalla Gustavo Álvarez, vocero de la Unión Argentina de Videoeditores (UAV) (ver recuadro).
“El que se dedica a eso no comercia películas, labura sólo con el master: Lo vende en La Salada, en la feria de Solano y en la de Villa Domínico. A 2000 pesos en cada lugar, se hace 6000. O más. ¡Por una sola peli!”, expresa Jorge con envidia. El camcording es un negocio redituable. Aunque es difícil conocer la identidad de un camcorder, según Jorge, debido a lo riesgoso de su faena.

Además, la UAV maneja otra hipótesis: “Esto se hace en complicidad con el operador de cine; si no, no existe manera de que alguien esté filmando 120 minutos”, conjetura Álvarez.

Esa misma suspicacia le genera a Jorge la camcopia de Incorregibles, la película protagonizada por Guillermo Francella y Dady Brieva. “Es obvio que ahí hubo arreglo. Por lo menos, con el operador del cine”, arriesga. “No se ven cabezas, es una película de humor y no se ríe nadie... Parece como si en la sala sólo estuviera el que filma”, especula el distribuidor.

Mientras describe toda la movida, entran al local un par de personas con bolsos de mano, saludando estruendosamente. "Qué hacés, loco, ¿te queda algo de Shakira?". Son los vendedores ambulantes de películas y discos en mp3 que vienen a abastecerse para retomar su trajín diario en el tren (el Roca).

Luego de despachar a sus clientes, Jorge desnuda también otra pata de los arreglos: la policía. Hace dos meses que él está en su actual puesto. “Todos saben que laburamos acá vendiendo copias. Si no vienen de la comisaría de Temperley, vienen de la tercera de Lomas. Te aprietan de todos lados”, confiesa.

Spider Man III
Pelo rapado y ojos claros, Nicolás F. (28) vive en Rafael Calzada -Almirante Brown- en la casa de su madre, junto con su esposa y su hijo de dos años. Baja muchas películas de Internet. Le encanta el animé -los dibujos animados japoneses-, que descarga del “Asian DVD Club”, un sitio web. Hace dos años que no trabaja. “Bah, tengo mi currito arreglando PC. En una época también acompañaba a un tipo que filmaba eventos”, recuerda.
“¿Vos pensás que sos el primero que agarramos haciendo esto? ¿Para quién trabajás? Decimeló y la hacemos corta”, cuenta Nicolás que le espetó el oficial de la comisaría tercera de Lomas de Zamora, luego de detenerlo por filmar Spider Man III.
Pero ya en la seccional, según Nicolás, el mismo agente, con más confianza, le aconsejó: “Vos te manejaste mal, gordo. Cuando querés grabar películas, venís y hablás conmigo y yo le digo a los miliquitos (SIC) que se hagan los ciegos”. El detenido escuchaba en silencio. “Decime, ¿no querés vender películas? Nosotros trabajamos con tres puestitos en la estación de Temperley”, tanteó el policía, relató Nicolás.
“Yo no vendo videos", se justificó entonces. "Solo fui a grabar la película para verla el fin de semana con mis amigos, porque uno de ellos no puede leer los subtitulados desde que murió el papá. Por eso estaba grabando la versión doblada al castellano”. Pero, al parecer, esa no era la respuesta esperada. Y “por eso la causa”, dice hoy Nicolás desde su casa.
“Aquí se hacen los procedimientos que se tienen que hacer, y dentro de la ley”, declaran desde la tercera de Lomas.
Nicolás F. es, hasta hoy, el único procesado en el país por haber intentado filmar una película en el cine. Y precisamente en el distrito donde está La Salada, Lomas de Zamora, en el que las copias truchas -de lo que sea- están a la vuelta de la esquina.

RECUADRO
Piratas bien organizados
La piratería de películas mueve en Argentina alrededor de 350 millones de pesos al año, según la Unión Argentina de Videoeditores (UAV). Sin embargo, no hay estadísticas sobre la modalidad del camcording. “Es difícil saber cuánto dinero mueven, porque son organizaciones que están muy bien diseñadas”, comenta el vocero de la UAV, Gustavo Álvarez. Esta entidad representa en el país a la Motion Picture Association (MPA), unión de los seis mayores estudios cinematográficos de Estados Unidos, que desde 2005 impulsa un programa mundial de lucha contra las copias ilegales de films. Ese mismo año, por ejemplo, Canadá tipificó el camcording como delito. Según la MPA, alrededor del 40 por ciento de la piratería de films que se vende en todo el mundo proviene del camcording.

(*) Nota escrita a fines del año 2007.

5 comentarios:

  1. si seguis investigando flaco sos boleta.....

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  2. y hay gente que tiene ganas de ver así las pelis...ta loko!!!
    Vi un par de pelis en modo pirata cam. Tiene su lado bueno, las pelis que basan todo su potencial en los efectos especiales, en esa calidad destapan todo lo malo como la versión trucha de Avatar que me compré.
    Sin embargo The White Ribbon que es en blanco y negro y un peliculón, sabés como zafa???

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  3. Lo' muchacho de de Loma' sabemo' donde viví. te vamo' a dar, te vamo'

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  4. si existen peiluclas piratas es poqrue hay mercados que la pretenden. Las personas son mas culpables que los vendedores de pirateria. otro motivo por el cual la gente elige este tipo de`peliculas es el tiempo que tardan las originales en salir en dvd. Ademas no nos olvidemos que no existen tantas salas de cine para poder ver estrenos. y si uno le busca un lado bueno por lo menos mucha gente labura de eso, personas que al no tener trabajo por lo menos pueden vender cosas en la calle y entre eso, peliculas. Aun asi esta mal por supuesto..!!
    y loco dejen de bardear. no es necesario la violencia.

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  5. Bueno, no es para nada así eso de que no tenes laburo y te pones en la calle a vender pelis; eso es verso, proba sino de ponerte en la vereda? duras minutos sin que te saquen no seamos tan ingenuos. Por otro lado es el Estado el que tiene la obligación de respetar y observar la Ley, o sea: no le caigamos al pobre tipo que compra la peli por $5 mangos en la calle ese no es el culpable de nada.

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